El objetivo fue comparar el Índice de Masa Corporal (IMC) con el Porcentaje de Grasa Corporal (PGC) y el Peso Ideal (PI) para complementar el diagnóstico de obesidad, en adultos. METODOS: estudio descriptivo, transversal, prospectivo y correlacional, muestra de 797 adultos entre 17 y 96 años de edad, atendidos en centros clínicos de Caracas, entre 2015 y 2018. Variables: edad, peso, talla, IMC, PGC y PI. Se clasificaron por sexo, grupo etáreo y según el IMC en normalidad y obesidad. Se utilizaron dos fórmulas para el PGC: Deurenberg (PGCD) y Regresión (PGCR); y tres fórmulas para PI: Lorenz, Ramírez-López et al y Broca. Se obtuvieron medidas descriptivas, asociación, correlación, comparación de promedios y prueba de normalidad, mediante el software Excel y Epidat.2. RESULTADOS: Promedios de IMC y PGC aumentan hasta los 40 años y disminuye hasta los 79 años, las variables Talla – PI Broca, e IMC- PGCR correlacionan bien (r>0,75). Los promedios del IMC, PGCD, PGCR, PI Broca y PI Lorenz, según sexo, son significativos (p<0,000); para el IMC, en Normalidad y Obesidad, los promedios de peso, IMC, PGCD y PGCR son mayores en grupos de Obesidad y significativos (p<0,000). La prueba de normalidad Shapiro-Francia comprobó que la distribución del IMC, PGCD, PGCR y PI Lorenz, provienen de una población distribuida normalmente (p< 0,000). CONCLUSIONES: el IMC sigue siendo más útil para diagnosticar obesidad, clasifica con normalidad, a quienes tienen un alto porcentaje de grasa corporal; el PGCR podría seleccionarse como complementario del IMC, por ser más adecuado en el diagnóstico de sobrepeso y obesidad.
Palabras clave: Índice de masa corporal; porcentaje de grasa corporal; peso ideal, sobrepeso; obesidad; adultos.
The objective was to compare the Body Mass Index (BMI) with the Body Fat Percentage (PGC) and the Ideal Weight (PI) to complement the diagnosis of obesity, in adults. METHODS: descriptive, cross-sectional, prospective and correlational study, sample of 797 adults between 17 and 96 years of age, attended in clinical centers in Caracas, between 2015 and 2018. Variables: age, weight, height, BMI, PGC and PI. They were classified by sex, age group and according to BMI in normality and obesity. Two formulas were used for the BFP: Deurenberg (BFP) and Regression (BFPR); and three formulas for IW: Lorenz, Ramírez-López et al and Broca. Descriptive measures, association, correlation, comparison of averages and normality test were obtained using the Excel software and Epidat.2.RESULTS: BMI and BFP averages increase up to 40 years of age and decrease until the age of 79, the variables Size – IWBroca, and BMI-BFPR correlate well (r>0.75). The averages of BMI, BFPD, BFPR, IW Broca and IW Lorenz, by sex, are significant (p<0,000); for BMI, in Normality and Obesity, the average weight, BMI, BFPD and BFPR are higher in the Obesity group and significant (p<0,000). The Shapiro-France normality test found that the distribution of BMI, BFPD, BFPR and IW Lorenz, come from a normally distributed population (p< 0.000). CONCLUSIONS: BMI continues to be more useful to diagnose obesity, it classifies with normally, those who have a high percentage of body fat. BFPR could be selected as complementary to BMI, as it is more appropriate in the diagnosis of overweight and obesity.
Key words: Body mass index; body fat percentage; ideal weight; obesity; adults
Universidad Central de Venezuela, Facultad de Medicina. Escuela de Nutrición y Dietética
Los parámetros para medir la composición corporal, están basados básicamente en las medidas antropométricas peso y la talla, debido a que resultan fáciles de medir, de bajo costo y no invasivos, los cuales son indispensables para mantener un intervalo de peso corporal que se relacione con un buen estado de salud (Ramírez López et al, 2012).
La obesidad es un problema de salud pública que se ha convertido en una epidemia en todo el mundo; además ha surgido una literatura sustancial para mostrar que el sobrepeso y la obesidad son las principales causas de las comorbilidades, como la diabetes tipo II, las enfermedades cardiovasculares, varios tipos de cáncer y otros problemas de salud, que pueden conducir a una mayor morbilidad y mortalidad, cuyos costos de atención médica relacionados también son sustanciales (Chan Ruth et al., 2010).
En el caso de niños y adolescentes, resulta complicado clasificar la obesidad, por el hecho que la talla se va incrementando y la composición corporal está continuamente cambiando (WHO Report of Consultation 2000). En adultos, la obesidad se clasifica de acuerdo al Índice de Masa Corporal (IMC), por la buena correlación que presenta este indicador con la grasa corporal y riesgo para la salud a nivel poblacional (Moreno 2012).
El IMC puede considerarse un indicador que proporciona la medida más útil, aunque cruda, a nivel poblacional de la obesidad; sin embargo la naturaleza robusta de las mediciones y la inclusión rutinaria generalizada de las variables peso y altura en las encuestas clínicas y de salud de la población significan que una medida más selectiva de la adiposidad, como las mediciones de grosor de la piel y porcentaje de grasa corporal, proporciona información adicional en lugar de primaria, la cual podría ser de utilidad cuando se evalúa sobrepeso y obesidad. El IMC se puede utilizar para estimar la prevalencia de la obesidad dentro de una población y los riesgos asociados con ella, pero no explica, la amplia variación en la naturaleza de la obesidad entre diferentes individuos y poblaciones (WHO Consultation on Obesity 2000). Por otra parte, se tiene que un elevado porcentaje de grasa corporal es considerado como un factor de riesgo que desencadena múltiples enfermedades crónicas no transmisibles con riesgo de muerte, principalmente por enfermedad aguda o crónica - enfermedad coronaria, hipertensión arterial, diabetes mellitus, etc. (Cardozo et al, 2016).
El Sistema de Vigilancia Alimentario y Nutricional (SISVAN) reportó durante los últimos 14 años, incrementos notables del exceso nutricional en niños, niñas y adolescentes menores de 15 años, coexistiendo con la problemática de déficit nutricional (Instituto Nacional de Nutrición, 2012). Así mismo reportan en sus resultados, para el grupo de 18 a 40 años, prevalencia de sobrepeso de 29,52% y de obesidad 23,65%. Por otra parte, Méndez-Pérez et al (2017), reportan predominio de obesidad en mujeres venezolanas; mientras que en los hombres fue mayor el sobrepeso (30,3%); de igual forma, para ambos grupos la prevalencia de obesidad fue más elevada a partir de los 35 años, y en los adolescentes del sexo masculino, se tiene que los valores más elevados ocurrieron en la región occidental y región andina; mientras que en los adultos jóvenes los valores más elevados ocurrieron en la región central.
El objetivo fue comparar el Indice de Masa Corporal (IMC) con el Porcentaje de Grasa Corporal (PGC) y el Peso Ideal (PI) para complementar el diagnóstico de obesidad y comparar los resultados por grupo etáreo.
Se trata de un estudio descriptivo, transversal, prospectivo y correlacional, en un grupo de 797 personas adultas, con edades comprendidas entre 17 y 96 años, de las cuales 281 (35,3%) son del sexo masculino y 516 (64,7%) corresponden al sexo femenino, de diferentes sectores de Caracas, quienes asistieron a consulta en algún centro de salud, público o privado, en el período 2015 – 2018. Se consideraron las variables Sexo, Edad, Peso, Talla y se calcularon la variable IMC mediante la fórmula de Quetelet (Revenga, 2012; Staff, 2016).
IMC= Peso/Talla²(Kg/m²) (1)
El porcentaje de grasa corporal (PGC), se calculó mediante dos fórmulas, para todos los grupos etáreos:
Fórmula de Deurenberg y col 1991, (Gottau 2009, citado por Carbajal (2013):
PGCD = 1,2xIMC + 0,23xEdad – 10,8xSexo–5,4 (2)
Para el sexo se tiene: Masculino= 1 y Femenino = 0
Una segunda fórmula, basada en los datos del grupo que se estudia, la cual toma en cuenta Edad, Talla y Peso, obtenida con datos propios, sugerida por los autores, denominada Porcentaje de Grasa Corporal por Regresión (PGCR), para todos los grupos etáreos.
PGCR. = 65,61+0,24*Edad - 0,46*Talla (cm) + 0,44*Peso (kg) (3)
(r = 0,98; r2 = 0,97; EE = 1,50)
Para el Peso Ideal, se utilizó la fórmula sugerida por Ramírez-López et al (2012), definida por ellos como el Peso Corporal Saludable (PCS):
PCS = 0,747xTalla (cm) – 63,074 (4)
Sugieren una fórmula diferencial para adultos mayores (≥65 años), la cual es:
PCS = (-0,364xEdad) + (0,577*Talla) + (2,443xSexo) – 6,048
Sexo Masculino = 2 y Sexo Femenino = 1
Además, se calculó el PIB mediante la aplicación de la fórmula de Broca (Soca, 2010; León, 2019; Molleja, 2019).
PIB = Talla (cm) – 100 (6)
También, la fórmula de Lorentz, por ser una de las más utilizadas para calcular el peso teórico ideal. Está basada en la fórmula Broca a la que se le ha agregado la variable sexo con la intención de lograr resultados más afinados (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas, España, 2019).
Peso ideal hombre = (altura cm – 100) – (altura cm – 150) / 4 (7)
Peso ideal mujer = (altura cm – 100) – (altura cm – 150) / 2,5
Los criterios utilizados para el cálculo y la clasificación nutricional, en cada uno de los indicadores, son los siguientes:
Para clasificar el IMC, se tomó en cuenta el criterio de la OMS (2019) y SEEDO (2007), a saber:
Bajo peso (< 18,5 kg/m2); Normal (18,5 kg/m2 - 24,9 kg/m2); Sobrepeso (25,0 kg/m2 - 29,9 kg/m2); Obesidad Clase I (30,0 kg/m2 - 34,9 kg/m2); Obesidad Clase II (35,0 kg/m2 - 39,9 kg/m2) y Obesidad Clase III ( ≥ 40,0 kg/m2).
Para el Porcentaje de Grasa Corporal (PGC), se tiene
como referencia los valores sugeridos por Bray G
(2003), según sexo, y citado por Guttau (2009) para
Hombres: Normal entre 12 y 20%; Límite entre 21 y
25% y Obesidad > 25%; y Mujeres Normal entre 24 y
30%; Límite entre 31 y 33% y Obesidad > 33%; e igualmente
el criterio utilizado corresponde al sugerido por
el INN (2012), basado en los percentiles: Categoría I:
PGC < P5 (Grasa en déficit); Categoría II: P5≤%GC Para la clasificación del Peso Ideal, se siguió el
siguiente criterio sugerido por Cabañas Armesilla,
2018: Para la obtención de los datos antropométricos, se
aplicaron las medidas de la World Medical Association,
WMA (2013), relacionadas con la Declaración de
Helsinki, y se les pidió su consentimiento por escrito.
A los cuales se aplicaron medidas descriptivas: media,
desviación y porcentajes; de asociación: Chi cuadrado;
de correlación: coeficiente de Pearson, comparación
de promedios y de porcentajes mediante la prueba Z
para muestras independientes, prueba de normalidad
Shapiro-Wills; se obtuvo la sensibilidad, especificidad,
valor predictivo positivo y valor predictivo negativo;
para la cual se utilizó los software Excel y Epidat.2. A continuación se presentan las medidas descriptivas
de cada una de las variables, para la muestra total
y por grupo etáreo. Se tiene que los promedios de la
variable peso, aumentan de los menores de 20 años
hasta el grupo de 30 a 39 años, para luego disminuir
desde el grupo de 40 a 49 años hasta aumentar en el
grupo de 80 años o más, en los varones; mientras que
en las féminas, los promedios aumentan hasta los 49
años, para luego disminuir hasta los 79 años de edad
(Tabla 1). En cuanto a la talla, en los varones los promedios
disminuyen hasta los 59 años para aumentar entre 60
y 69 años y disminuir a partir de los 70 años hasta ≥
80 años de edad; mientras que en las mujeres los promedios
disminuyen a partir de los 40 años hasta los
69 años de edad, para aumentar a partir de los 70 años
de edad (Tabla 1). El IMC los promedios aumentan en los dos primeros
grupos, para luego disminuir desde los 40 años
hasta los 79 años para aumentar en el grupo de 80
años o más; en los varones; mientras que en las
mujeres, los promedios disminuyen a partir de los 50
años hasta los 79 años de edad. Al discriminar por
sexo, se observa que en el peso y la talla los promedios
son mayores en el sexo masculino a excepción de los
grupos comprendidos de 30 a 59 años, en el sexo
femenino; mientras que en el IMC, en los grupos 40 a
69 años, las mujeres tienen valores más altos con respecto
a los varones (Tabla 1). Los promedios del PGC para ambas fórmulas, se
comportan en forma ascendente hasta los 59 años y
en el grupo ≥ 80 años de edad; y en forma descendente
en el grupo de 60 a 69 años y se alternan en el grupo
de 70 a 79 años, en ambos sexos. En el porcentaje de
grasa corporal obtenido por la fórmula de Deurenberg
los promedios son mayores en el sexo femenino en todos los grupos; mientras que el porcentaje de grasa
corporal obtenido por la fórmula de regresión, es mayor
en el sexo femenino en los grupos menos de 20 años,
60 a 69 años, 70 a 79 años y 80 o más años (Tabla 1). Los promedios del Peso Ideal, obtenidos por las
tres fórmulas (PIB,PI,PIRL) se comportan de forma
descendente entre los diferentes grupos etáreos a
excepción de las edades de 20 a 39 años y 60 a 69 años,
donde se alterna. Con relación al peso ideal, se tiene
que los promedios son mayores en el sexo masculino
en los grupos menos de 20 años, 20 a 29 años, 60 a 69
años, 70 a 79 años y 80 o más años, para las tres fórmulas
de cálculo (Tabla 1). Considerando que la fórmula de Ramírez –López
et al, se aplicó diferencialmente para adultos mayores
de 65 años, se incluyó adicionalmente ese grupo etáreo
y se ubicó al final de la tabla 1, con el fin de comparar
los resultados de ese grupo en particular y se tiene que
el promedio del índice de masa corporal (IMC) es
similar en los dos sexos; el promedio del porcentaje
de grasa corporal (PGC) resultó similar por las dos fórmulas
de cálculo y además es mayor en el sexo masculino;
el promedio del peso ideal (PI) es mayor con la
fórmula de Lorenz para el total del grupo y para el sexo
masculino y la comparación por sexo refleja que en las
tres fórmulas los promedios del Peso Ideal, son mayores
en el sexo masculino (Tabla 1). Se compararon los promedios del IMC, PGCD,
PGCR, PI Broca, PIRL y PI Lorenz (Tabla 1), según sexo,
y para el IMC la diferencia no es significativa (P > 0,05);
sin embargo, para las otras variables se obtuvieron
diferencias estadísticamente significativas (p<0,000).
Adicionalmente, se comparan los promedios del Peso
Ideal Ramírez-López et al, utilizando la fórmula general
y la fórmula para adultos mayores y se tiene que dichos
promedios, 67,7 (M) y 58,2 (F), son estadísticamente
significativos (p < 0,0000). Se obtuvieron correlaciones bivariadas entre las
variables, y se tiene que la mayor corresponde a las
variables talla y peso ideal obtenido por la fórmula de
Broca y la menor corresponde a las variables índice de
masa corporal y porcentaje de grasa corporal obtenido por la fórmula de regresión. Seguidamente, se presentan
los resultados de las asociaciones entre las
variables IMC vs PGC Deurenberg, IMC - PGC Regresión,
IMC PI Broca e IMC-PI Lorenz P<0,001) (Tabla 2). Cuando se consideran los grupos etáreos, y se clasifican
a los sujetos según el IMC, en las categorías,
Normalidad y Obesidad, fue necesario dividir en dos
tablas, ya que la información correspondiente a los
resultados era algo extensa, y se tiene que para la
categoría Normalidad, los promedios de peso, talla,
IMC, PGCD, PGCR, PIB, PIRL y PIL aumentan desde el
grupo de menos de 20 años hasta el grupo 40 a 49
años, y luego disminuyen a partir de ese grupo hasta
el grupo de 80 o más años, con excepción del PGCD y
PGCR que aumentan hasta el grupo de 80 o más años
(Tabla 3-A) Para la categoría Obesidad, los promedios de talla,
Peso Ideal de Lorenz, Peso Ideal de Broca y Peso
Corporal de Ramírez et al., aumentan desde el grupo
de menos de 20 años hasta el grupo 30 a 39 años; luego disminuyen a partir del grupo de 40 a 49 años hasta
el grupo de 80 o más años, con excepción de los PGCD
y PGCR que disminuyen hasta el grupo de 70 a 79 años
y aumentan en el grupo de 80 o más años. (Tabla 3-B). Se tiene además que cuando se compara el porcentaje
de adultos por categorías, Déficit Normal y Exceso,
según el IMC, las dos fórmulas de cálculo del porcentaje
de grasa corporal y las tres fórmulas de cálculo del
peso ideal, se observa que los porcentajes con las dos
fórmulas de cálculo del PGC, son mayores en el sexo
masculino y similares en la categoría Normal, y con la
fórmula Deurenberg en las categorías Déficit y Exceso;
y resultan ser mucho menores a las obtenidas con el
IMC en la categoría Normal. Por otra parte, se tiene
que los porcentajes obtenidos con las tres fórmulas
de cálculo del peso ideal, Broca clasifica porcentajes
menor que los del PGC con ambas fórmulas en el sexo
masculino y mayor en Normal y Exceso en el sexo femenino; mientras que Lorenz clasifica con porcentajes
mayores en los dos sexos en la categoría Déficit,
y porcentajes menores, en los dos sexos, en las categorías
Normal y Exceso; en tanto que Ramírez-López
et al., clasifican con porcentajes mayores en los dos
sexos en las categorías Déficit y Normal y con porcentajes
más bajos, en los dos sexos, en la categoría Exceso
(Tabla 4). Adicionalmente, se tiene que la comparación
mediante la prueba z para diferencia de porcentajes,
en muestras independientes, obtenidos mediante las
dos fórmulas de cálculo del porcentaje de grasa corporal,
indica que los mismos no son estadísticamente
significativos (p<0,00). Por otra parte, se tiene que el IMC está asociado
con el Peso ideal Broca, PCS Ramírez-López, Porcentaje
grasa corporal Deurenberg y Porcentaje de grasa corporal
Regresión (p<0,001). Además, se determinaron
la sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo
y valor predictivo negativo, de cada uno de los indicadores;
todos tienen sensibilidad 100, cuatro especificidad
100 y dos especificidad cero. Solo el IMC tiene
valores predictivo tanto positivo como negativo igual
a 100 (Tabla 5). La comparación del IMC con los otros indicadores,
permite observar que el que se comporta en forma más
similar es el Porcentaje de Grasa Corporal obtenido
por Regresión (PGCR); en vista de lo cual podría decirse
que es el indicador que se podría seleccionar como
complementario del IMC. Se aplicó la prueba de normalidad Shapiro-Francia
o Shapiro-Wills, para comprobar si la distribución del
IMC, PGCD, PGCR y PI Lorenz, provienen de una población
distribuida normalmente, y se obtuvo que todas
se distribuyen aproximadamente normal (p<0,001);
posteriormente se aplicó la prueba de suma de rangos
de Wilcoxon o de Mann-Whitney, y todos dieron significativas
(p<0,001) (Tabla 5). Además, se resaltan estas diferencias, para el IMC y el PGCR, que aunque son las que menos correlacionan, se puede observar gráficamente las diferencias por sexo (Figuras 1 y 2). Los resultados revelan que los promedios de edad
y sexo, PGCD y PGCR son mayores en las mujeres; así
mismo los promedios de peso, talla mayores en hombres,
lo que coincide con los resultados reportados por
Bauce et al (2019). Por otra parte, se puede decir que
el IMC, aunque sigue siendo un indicador apropiado
para clasificar a grupos de personas o pacientes con
obesidad, se observa que muchas personas o pacientes
de este grupo estudiado, clasificados con Normalidad,
según el IMC, son clasificados con obesidad por el
PGCD y PGCR, en un porcentaje considerable (32,9%
y 31,7%), coincidiendo con Villatoro-Villar et al (2015). Al observar los promedios del IMC, por grupo de
edad, se tiene que para los clasificados con normalidad
este varía entre 21,7 kg/m2 y 23,9 kg/m2, pero el PGCD
varía entre 22,2 y 37,8 y el PGCR varía entre 21,4 y
39,0, correspondiendo el mayor PCD al grupo 70-79
años y el mayor PGCR al grupo ≥ 80 años. Así mismo,
tal como afirman Jauch-Chara et al (2010) (citado por
Ramírez-López et al), afirmaron que “también es cierto
que un IMC en la zona de 22 kg/m2 está relacionado
con menor presencia de enfermedades asociadas a la
obesidad”. Otro estudio realizado por Muñoz-Muñoz et al
(2016), revela valores promedios del IMC para hombres,
mujeres y total de 28,1 ± 4,6 kg/m2, 26,7 ± 4,2 kg/m2
y 27,5 ± 4,5 kg/m2, los cuales son similares a los obtenidos
en este estudio 27,6±5,9 kg/m2, 26,7±5,5 kg/
m2 y 27,0±5,6 kg/m2, respectivamente; sin embargo
afirman que por ser el IMC un indicador global de la
grasa corporal, el cual combina el efecto de los distintos
elementos de este componente anatómico, lo
que podría afectar su desempeño predictivo, Romero-
Corral (2008). Por esta razón, parece oportuno considerar otro
indicador como lo es el PGC, como complemento del
IMC para determinar obesidad; de tal manera que al
obtener los resultados de la aplicación del PGC por dos
métodos, se tiene que los promedios por sexo son para
el PGCD 30,3±7,7 (M) y 41,2±8,6 (F), y para el PPCR
36,3±8,1 (M) y 38,6±8,9 (F), valores menores a los promedios
del sexo masculino, pero mayores a los promedios
del sexo femenino, para el grupo de obesidad, los
cuales son 46,6±4,8 (M) y 34,9±3,7 (F) para PGCD y
44,1±4,8 (M) y 40,3±4,2 (F) para PGCR, los cuales
además resultaron ser estadísticamente no significativos
(p<0,000). En cuanto al Peso Ideal, se obtuvieron promedios
de 62,9±8 (M), 57,3±5,6 (F) y 56,9±8,7 (T) para PI Ramírez; 58,5±5,5 (M), 53,6±4,8 (F) y 55,3±5,6 (T) para
PI Lorenz, 64,2±9,2 (M) y 55,9±8,0 (F) y 55,3±5,6 (T)
para Broca. Como se puede observar los tres promedios
para el grupo total son similares, pero cuando se consideran
por sexo, ocurre que son significativos (p
<0,000); además estos promedios son menores a los
correspondientes al grupo clasificado con obesidad por
el IMC, ya que son respectivamente, 51,8±4,9 (M) y
67,9±6,0 (F) para Ramírez, 52,3±3,9 (M) y 60,8±4,6 (F)
para Lorenz, y 53,8±6,6 (M) y 68,0±7,7 (F) para Broca,
los cuales son significativos (p<0,000). Las características de los indicadores, permiten
comparar con otros estudios, y se tiene que Macías-
Tomei et al (2012) obtuvieron valores de sensibilidad,
para el IMC-Estudio Nacional de Crecimiento y
Desarrollo Humano, menores a los obtenidos en esta
investigación, y valores de especificidad similares a los
de este estudio. Con base a los resultados y la discusión, se concluye
que a pesar de ser el IMC el indicador de mayor
uso para diagnosticar obesidad, se observa que clasifica
a personas o grupos con normalidad, que tienen
un alto porcentaje de grasa corporal, un peso promedio
elevado y un peso ideal, de acuerdo a los tres métodos,
que es mucho menor al peso promedio real. Por otra
parte, al aplicar la prueba de normalidad de Shapiro-
Wills y obtener que se distribuyen aproximadamente
normal, permite afirmar que los resultados obtenidos
son válidos y confiables. Además, el IMC correlaciona altamente con el PGC
y el PI; está asociado con peso ideal Broca y peso ideal
Ramírez-López et al, con porcentaje de grasa corporal
Deurenberg y porcentaje de grasa corporal Regresión;
lo que permite asumir que estos indicadores pueden
ser utilizados como complementarios, para evaluar
sobrepeso y obesidad. Tanto el PGCD como PGCR,
clasifican, porcentualmente igual con obesidad a los
adultos con obesidad, según el IMC, por lo que resultan
indicadores que podrían tomarse en cuenta para evaluar
sobrepeso y obesidad, haciendo quizás un ajuste
en los puntos de corte, tanto del PGCD como del
PGCR, para evitar subestimación o sobreestimación,
en las categorías Déficit y Exceso. Se debe tener en consideración que el porcentaje
de grasa corporal obtenido por la fórmula de regresión
(PGCR) es el que tiene un comportamiento más similar
con el IMC, así como una sensibilidad, especificidad,
valor predictivo positivo iguales, y un valor predictivo negativo ligeramente menor; por lo que es posible
tomarlo en cuenta para la evaluación de sobrepeso y
obesidad.RESULTADOS
DISCUSIÓN
CONCLUSIÓN
REFERENCIAS