Discurso en los cien años del nacimiento de Francisco De Venanzi. 17/3/2017

Yajaira Freites1

Resumen

Discurso pronunciado por la Dra. Yajaira Freites en el marco en el Acto de entrega del Premio “Francisco De Venanzi a la trayectoria del Investigador Universitario” el día 17 de marzo 2017 en el auditorio “Tobías Lasser” de la Facultad de Ciencias.


  1. Investigador Asociado Titular. Laboratorio de Historia de la Ciencia y la Tecnología Centro de Estudios de la Ciencia, IVIC. Ex Secretario General AsoVAC-Caracas

SALUTACIÓN

Francisco De Venanzi fue secretario general de AsoVAC, cuando esta era solo el Capitulo Central. Uno de los fundadores de la asociación, tal como consta en el acta; pero fue el alma de esa iniciativa y tempranamente sus compañeros reconocieron su liderazgo.

El cuidó a nuestra asociación en esos primeros años, ya a través de su presencia en el consejo directivo, desde Acta Científica Venezolana o simplemente a la distancia por el simple hecho que como profesor universitario podía ser contactado en cualquier momento en su oficina/ laboratorio de la UCV.

Algunos de mis colegas que estudiaron en la época en que fue rector, me comentan que les maravillaba sus discursos; él se agigantaba en la tribuna de oradores y en la majestad del cargo de rector de la UCV.

¿Por qué fascinaban sus discursos a los jóvenes ucevistas de principios de los sesenta?

Y es que históricamente, su discurso como universitario era nuevo. El aludía a los problemas de la Venezuela de ese entonces: la democracia, la libertad, la necesidad de salir del subdesarrollo y de la subordinación política, económica e intelectual.

El hablaba desde nuestra primera universidad, que los venezolanos habíamos tenido la virtud de transformar de Real y Pontificia en la republicana UCV; pero De Venanzi, encabeza un proceso de modernización para convertirla en la UCV autónoma, regida por el co-gobierno, democrática y comprometida con la cultura y la ciencia; de esa Venezuela que nacía a finales de la década de los cincuenta del siglo XX a la democracia, a la libertad de expresión, a ese vital y refrescante compromiso de impulsar el desarrollo de toda la nación.

Y una de esas herramientas que desde la UCV se construía era la formación de los jóvenes venezolanos, ya no solo en una sólida carrera profesional, sino también en la investigación, con lo cual se empezaba un proceso de quebrar la subordinación intelectual.

Cuando De Venanzi llega al rectorado de la UCV a principios de los sesenta del siglo XX, no es solo el catedrático e investigador de la UCV expulsado de esta a principios de los cincuenta. Ya tiene una experiencia de seducir, convencer, de congregar y organizar a diferentes individualidades para que se unieran a él en la AsoVAC y lucharan por crear condiciones propicias para que la ciencia se desarrollara en el país; y así, junto a la investigación aplicada que se realizaba en los espacios de los ministerios de Agricultura y Cría, Sanidad y Asistencia Social, y los Institutos Nacional de Higiene y de Nutrición, creciera la investigación básica. También consideraba que era necesario que emergiera la figura del investigador científico profesional, y que el clásico profesor universitario, en varios de los casos un excelente profesional, pudiera compartir ese espacio con el profesor investigador.

Y si bien en el pasado hubo científicos en el país que abogaron por la investigación, lo hicieron solo desde la perspectiva de su específico campo.

La novedad de De Venanzi, como la de Marcel Roche su contemporáneo en estas lides, fue referirse a toda la ciencia, a la investigación de todos los campos; y de esta manera congregar a todos los científicos de ese entonces que iban desde la medicina, agronomía, veterinaria, botánica, química, así como aquellas áreas que estaban naciendo como biología, física y matemática; y también las ciencias sociales que surgieron con inusitado impulso en esa década de los cincuenta, en esa UCV intervenida por la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez.

Esa amplitud no sólo disciplinaria, también se extendía a la expresión de las ideas políticas y sociales, que podían tener cabida en una asociación como AsoVAC que de hecho reunía, y aún reúne a tan disímiles individualidades pero que convergían/ y hoy convergen, unidos por una íntima motivación: el impulsar la ciencia en el país. Y esa es la razón por la cual hoy nos podemos congregar personas de diferente credo político, para defender la ciencia en Venezuela.

En los años sesenta y setenta del siglo XX, bajo la inspiración de De Venanzi, AsoVAC labró un camino para que el Estado se ocupara de la ciencia a través de la creación del CONICIT y otras instituciones dedicadas a la Política Científica y Tecnológica.

Dra. Yajaira Freites Investigadora IVIC Ex Secretario General AsoVAC Caracas
Dra. Yajaira Freites
Investigadora IVIC
Ex Secretario General AsoVAC Caracas

Hoy en día, si bien AsoVAC ha sido excluida de esos escenarios institucionales, no ha cejado en su empeño en hacer oír la voz de los científicos. Y en medios de los difíciles tiempos presentes, no hemos dejado de estimular la ciencia entre los jovencitos a través de nuestro Festival Juvenil de la Ciencia, de congregar a los científicos en nuestra Convención Anual, como de alertar al país, del riesgo, ya en proceso, que nuestra relativa independencia intelectual esté siendo destruida; y con ello la nación y sus pobladores habrán perdido un valioso activo.

Pancho, como le decía Marcel Roche, nos diría hoy: que hay que seguir insistiendo… y no desmayar. Y eso es lo que pretendemos seguir haciendo.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • FREITES, Y.: (2009) Ideas de la ciencia en Venezuela: una visión desde la perspectiva de los discursos de los científicos (1830-1959), en Yajaira Rodríguez Noriega, Abrahán Riera y Walter Lira, Compls., CULTURA, GLOBALIZACIÓN Y CIENCIA, Memorias Seminario Nacional de Ciencias Sociales, Universidad de Carabobo, Valencia 8-9 de mayo de 2009, ISBN:978-980-12-3720-0; pp. 86-113