Semblanza del profesor Justiniano Velásquez

Antonio Machado-Allison1; Miguel Castillo Hernández2

  1. Wesleyan University. College of the Environment. [email protected]
  2. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Ciencias. [email protected]

RESEÑA

Gracias a la Directiva de la Asociación para el Progreso de la Investigación Universitaria hemos sido invitados a escribir unas líneas sobre nuestro entrañable profesor, Don Justiniano Velázquez (Ñaño) compañero de faenas e investigaciones, amigo familiar, con sus virtudes y defectos, sus mañas margariteñas, su terquedad y consecuencia con la docencia y la investigación, sus bromas y malestares todo ello conformado en un gran ser humano.

Profesor Justiniano Velásquez en la Laguna Venezuela. Jardín Botánico de Caracas
Profesor Justiniano Velásquez en la Laguna Venezuela. Jardín Botánico de Caracas

Nace en San Juan Bautista, Estado Nueva Esparta, Venezuela. Realiza sus primeros estudios en la Escuela Santiago Mariño y posteriormente en el Liceo Francisco Antonio Rísquez. Ingresa a la Universidad Central de Venezuela inmediatamente después de la caída de la dictadura y se gradúa 1964 con el título de Licenciado en Biología. Efectuó estudios de postgrado en la Universidad de Carlos en Praga y en el Instituto Botánico de la Academia de Ciencias de Checoslovaquia obteniendo su título de Dr. (PhD) en 1975.

Justiniano Velázquez ingresa en 1964 como personal docente en la naciente Escuela de Biología y posteriormente al Instituto de Zoología Tropical donde se desempeña como docente e investigador por más de 30 años. A pesar de estar jubilado, siguió su trabajo y amor por las plantas acuáticas ingresando como asesor del Jardín Botánico “Tobías Lasser” de nuestra UCV.

Lago Venezuela. Jardín Botánico de Caracas
Lago Venezuela. Jardín Botánico de Caracas

En su pasaje universitario ejerció integralmente su rol (investigador-docente) pero además, respondiendo a los llamados administrativos para ejercer la Dirección de la Escuela de Biología, jefaturas de Departamento, fundador del Laboratorio de Plantas Acuáticas Vasculares (IZT) y líder de numerosos proyectos institucionales relativos al uso de plantas acuáticas como bioindicadores, actores efectivos para el saneamiento de las aguas contaminadas y su relación con la cría de vectores y la transmisión de enfermedades asociadas.

Su producción científica incluye publicaciones en revistas nacionales e internacionales y la autoría de cuatro libros, entre los que se destaca “Plantas Acuáticas Vasculares Asociadas a los Criaderos de Vectores de Malaria” ULA-Mérida, Venezuela 251pp. 1998 y “Plantas Acuáticas Vasculares de Venezuela” UCV-CDCH. Caracas, Venezuela 994pp. 1994, merecedor del Premio Bienal al texto universitario APUCV 1994.

Justiniano Velásquez, Jardín Botánico de Caracas. Homenaje en el 2010
Justiniano Velásquez, Jardín Botánico de Caracas. Homenaje en el 2010

Entre sus más recientes aportes destaca la creación de un parque botánico didáctico recreacional, como centro de educación y conservación de la biodiversidad de la Isla de Margarita, Estado Nueva Esparta, que comprende el cultivo y preservación de la biota silvestre (nativa y exótica) en apoyo a la ciencia, la conservación y la educación formal y no formal. Hasta días antes de su fallecimiento se dedica al desarrollo de proyectos relacionados con la biodiversidad, preservación y uso de las plantas para la recuperación de ambientes acuáticos en su amada Isla de Margarita.

En fin, desde el punto de vista académico y como ciudadano ejemplar, el Dr. Justiniano Velásquez responde con creces el llamado que se le hizo para integrar y fortalecer una incipiente Escuela de Biología e Instituto de Zoología Tropical en momento de un gran empuje docente y científico nacional e internacional y proseguir su labor extensiva a varios centros promotores del conocimiento botánico del país.

Conocimos al Profesor Velásquez en 1964 (él recién incorporado) y yo (Antonio Machado) como nuevo estudiante de la Escuela de Biología. Ya “Ñaño” era conocido por su carácter jovial, bromas “margariteñas” y en gran parte compañero de “cafetín” en una dependencia atípica universitaria. La Escuela de Biología integraba profesores y estudiantes a niveles de “horizontalidad” sorprendentes, donde estudiantes y profesores compartían no solamente conocimiento a través de los cursos, seminarios, tesis, sino también experiencias e investigaciones de laboratorios o de campo para la atención y posible solución de problemas nacionales o de incremento del conocimiento (y entendimiento) de los procesos naturales en los diferentes ecosistemas del país. Posiblemente, esta integración era mayor en aquellas personas (profesores y estudiantes) que se dedicaban a la investigación de “campo”, donde se compartían al igual las vicisitudes, aventuras, temores y por qué no, también confidencias familiares.

De estas épocas nace una amistad cercana de historia larga que no tenemos el espacio adecuado para narrarlas de un todo. Dedicaremos estas líneas para anotar varios acontecimientos que al menos a nosotros marcaron profundamente nuestras vidas. Las expediciones “internacionales” a Maracaibo y al Cuyuní, la “Conquista del Sur” y el trabajo en el Amazonas, para investigaciones de flora y fauna con John Lundberg, Lucinda McDade, Jonathan Baskin, Barry Chernoff, Francisco Mago, Mauricio Ramia y muchos otros investigadores nacionales e internacionales. De ahí una gran anécdota ya que Ñaño en todo el viaje nos interrogaba acerca del nombre científico y las formaciones vegetales por las cuales estábamos atravesando, y como la mayoría de las respuestas estaban equivocadas, el increpaba ¿Quién, había sido su profesor? La respuesta de todos nosotros era por supuesto “tu”.

Nos encontramos de nuevo en trabajos de evaluación y protección ambiental por la acción de la explotación petrolera en el Oriente del país. Este trabajo conlleva a la integración muy cercana de Ñaño, Miguel Castillo, Alberto Aguilera y Antonio Machado, entre otros, para el desarrollo de un sueño de construir un Centro Didáctico Ambiental en San Tomé. Convertir un sector de sabana dentro de un “campo petrolero” en un “morichal” con un acuario con los peces, fauna terrestre, plantas acuáticas era realmente un reto enorme para cualquier individuo o grupo. Sin embargo, gracias a su empuje margariteño, lo ameno y agradable del trabajo a pesar del clima y sobre todo el dar una respuesta a una comunidad ávida de información, nos motivó para diseñar y completar la obra. Hoy día su desarrollo natural traspasa los límites del campo petrolero para dar paso a un morichal natural, un referencial digno de admiración por parte de los interesados en los estudios de estos ambientes. Unido a este proyecto fue la restauración del Morichal “paso bajito” Anaco, donde pernotábamos haciendo muestreo de las plantas acuáticas y de los peces autóctonos con los estudiantes de pregrado y algunos de posgrado.

Edificio del Centro Didáctico Ambiental - San Tomé. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Edificio del Centro Didáctico Ambiental - San Tomé. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Centro Didáctico Ambiental - San Tomé. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Centro Didáctico Ambiental - San Tomé. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Centro Didáctico Ambiental - San Tomé. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Centro Didáctico Ambiental - San Tomé. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Justiniano Velásquez en el Centro Didáctico Ambiental -San Tome. Edo. Anzoátegui. Venezuela
Justiniano Velásquez en el Centro Didáctico Ambiental -San Tome. Edo. Anzoátegui. Venezuela

Más de 30 años atrás, siendo yo (Miguel Castillo) estudiante de Biología, tuve el honor de conocer a Ñaño, quien me trasmitió su conocimiento, amor y dedicación por los ambientes acuáticos. Ñaño, cuanto cariño y agradecimiento eterno para mi maestro en plantas acuáticas y especialmente por dejarme ser parte de su familia como tu hijo putativo.

Nunca podremos olvidar el Jardín Acuático del IZT, diseñado por Justiniano, Antonio Machado, Héctor López, como director y Miguel Castillo, con una variedad de las plantas acuáticas de Venezuela (desarrolladas y criadas por Miguel), y con peces capturados en las salidas de campo. Creo que es muy difícil resumir toda una vida de nuestro amigo Ñaño y sin olvidar que también fundó el Laboratorio de Calidad de Agua y Desechos Tóxicos y Peligrosos que hoy en día es un Laboratorio Ambiental de referencia obligada nacional.

Valgan estas pequeñas notas para darle a nuestro profe Don Justiniano Velásquez (Ñaño) nuestro eterno agradecimiento donde quiera que esté, vigilando nuestras acciones, protegiendo a su familia y enviándonos permanentes mensajes de cariño a través de nuestros recuerdos. Para su esposa Victoria y sus hijas María Esperanza, Victoria Margarita, Beatriz Susana y María Isabel nuestro agradecimiento también por habernos acogido como parte de ella, a través del cariño y amistad que sólo los margariteños saben entregar y compartir.

Jardín Acuático dentro del edificio del Instituto de Zoología y Ecología Tropical. Facultad de Ciencias, UCV. Caracas.
Jardín Acuático dentro del edificio del Instituto de Zoología y Ecología Tropical. Facultad de Ciencias, UCV. Caracas.

Ilustrado por Miguel Castillo. Disponible en: https://www.facebook.com/Jardinesacuaticosmcastillo/videos/105693286178904/