El presente artículo recoge el desempeño de diversos tipos de propiedad intelectual en Venezuela durante el siglo XXI y evalúa su relación con la calidad institucional asociada a la propiedad, encontrando que los resultados permiten revelar su deterioro y retroceso en temas asociados, incluyendo su incidencia en la producción y sus relaciones con otras sociedades
Palabras clave: Propiedad Intelectual, Institucionalidad, Índice de Derechos de Propiedad, Venezuela.
The present essay summarizes the performance of intellectual property rights during the 21st century and its relation to institutional quality related to property rights, finding that the results show a regressive and deterioration to associated issues, including its incidence in production and related with other societies.
Key words: Intellectual property, institutionally, property right index, Venezuela.
El tema de los derechos de propiedad se asocia, por lo general, a la apropiación de bienes materiales, pero su ámbito de acción es mucho más amplio y trascendente; su concepto atiende a valores y principios de libertad individual, de ahí su consagración en la Declaración Universal de Derechos Humanos por las Naciones Unidas (Art. 17).
Diversos estudios muestran que un sólido sistema de derechos de propiedad es elemento nodal en la promoción del crecimiento económico, es favorecedor del desarrollo de círculos virtuosos sociales y por ende, pieza clave de la prosperidad de las naciones (De Soto, 2000; Talbott y Roll, 2001; Johnson, McMillan y Woodruff, 2002; Field y Torero, 2004; Galiani y Schargrodsky, 2005; Paldam y Gundlach, 2007; Wang 2008; Meinzen-Dick, 2009; Singh y Huang; Besley y Ghatak, 2010; Dong y Torgler, 2011).Así, el respeto a los derechos de propiedad es una institución clave de las sociedades actuales. Definimos como institución al conjunto de reglas, normas y restricciones que existen en la sociedad, sean estas formales o informales. De tal manera que incluye: el marco legal que gobierna la política y la sociedad (constitución, leyes, reglamentos, normas), los acuerdos y reglas escritas que rigen las relaciones contractuales, así como los códigos de conducta, normas de comportamiento y creencias compartidas en una sociedad.
Entrados en el siglo XXI, las transformaciones mundiales han dado paso a la denominada Sociedad del Conocimiento. En ella, el talento humano se presenta como el elemento catalizador del cambio y la oportunidad de avance y bienestar social. De ahí que el análisis de la institucionalidad de los derechos de propiedad intelectual sea un elemento a considerar, con especial atención, a la hora de considerar tanto transformaciones institucionales como políticas específicas para promover mejoras de la calidad de vida de las ciudadanías.
El presente artículo recoge el desempeño de diversos tipos de propiedad intelectual en Venezuela durante el siglo XXI y evalúa su relación con la calidad institucional asociada a la propiedad.
Partiendo de la relevancia de la robustez institucional para la defensa y promoción de valores y principios que promuevan el desarrollo humano en sociedad, se revisa a continuación un índice que la mide para los derechos de propiedad: el Índice Internacional de Derechos de Propiedad.
El Índice Internacional de Derechos de Propiedad (International Property Rights Index³, IPRI) es la publicación más relevante de la Alianza por los Derechos de Propiedad (Property Rights Alliance, PRA), institución dedicada a la promoción de los derechos de propiedad en todo el mundo, que publica anualmente un índice que muestra la robustez de esta institución en los distintos países.
En su última edición, 2016, el IPRI incluye 128 países del mundo, que representan el 98.26% del producto interno bruto mundial y el 92.92% de la población mundial. El reporte incluye un estudio en el que muestra la relación positiva entre derechos de propiedad y distintos aspectos que influyen en diversas dimensiones del desarrollo: condiciones para el emprendimiento, libertad de educación, desarrollo humano, inclusión de minorías, activismo cívico, cohesión social, capital social, número de investigadores, inversión en investigación y desarrollo, e inclusive el rendimiento ambiental (Levy-Carciente, 2016).
Desarrollado en 2007, el IPRI tiene como objetivo servir de barómetro de la situación de los derechos de propiedad. Para su cálculo, incluye 10 factores agrupados en tres componentes: Entorno Legal y Político (Legal and Political Environment, LP), Derechos de Propiedad Física (Physical Property Rights, PPR), y Derechos de Propiedad Intelectual (Intellectual Property Rights, IPR).
El primer componente, LP, recoge el impacto de la estabilidad política y el respeto al estado de derecho en un país, por lo que los indicadores que considera son de amplio alcance:
El componente LP tiene un impacto significativo en el desarrollo y la protección de los derechos de propiedad física e intelectual, que son los otros dos componentes del índice.
El segundo componente, PPR, está conformado por tres indicadores:
Una serie de estudios empíricos insisten en la relación entre los derechos de propiedad intelectual, I + D, productividad y rendimiento económico: Diwan y Rodrik (1991) y Taylor (1994) encuentran que robustos derechos de propiedad intelectual pueden mejorar el bienestar global, la innovación y la productividad; Korenko (1999) encontró en la industria farmacéutica italiana que un fortalecimiento de los derechos de propiedad intelectual ayudó a expandir la I + D interna y su cuota de mercado; y como confirma un reciente trabajo de Zhang, Du y Park (2015) existe una relación positiva entre los derechos de propiedad intelectual y el crecimiento económico.
En los resultados del IPRI para el año 2016, Venezuela es el país con el resultado más bajo en el mundo, (Gráfico No. 1), precedido por Myanmar, Bangladesh y Haití. De los tres componentes que conforman el IPRI-2016, su LP es el más bajo del mundo, reflejando la debilidad en la protección de los derechos de propiedad física e intelectual (Levy-Carciente, 2016).
En el análisis de cluster⁸ ofrecido en el IPRI-2016 Venezuela se ubica en un conglomerado conformado por los países que muestran las características menos respetuosas de los derechos de propiedad. Otros países de la región Latinoamericana ubicados en el mismo conglomerado son: Argentina, Bolivia, Guyana, Haití, Nicaragua, Paraguay y República Dominicana.
El desempeño de Venezuela en el IPRI desde el 2007 presenta una tendencia decreciente (Gráfico No. 2), con un descenso significativo luego del 2012, y una ligera mejora en el 2016 respecto al 2015. Una revisión de los tres componentes que conforman el IPRI, muestra igualmente el deterioro de los mismos en el lapso 2007-2016, con ciertas oscilaciones (Gráfico No. 3).
Al revisar el comportamiento del IPRI para Venezuela y compararlo con la de algunos convenios de integración a los que pertenece, ALBA, MERCOSUR y UNASUR⁹, se observa un desempeño por debajo del promedio en todos los casos, desde el año 2007 (Gráfico No. 4). Es de resaltar el comportamiento del ALBA para el 2010, debido a la incorporación de siete países del Caribe considerados en esa edición10.
Adicionalmente, los resultados de Venezuela en los componentes del IPRI en relación al promedio de los países que conforman América del Sur son evidencia de su debilidad, comportándose muy por debajo del promedio en todos los componentes.
El desempeño de Venezuela en los componentes del IPRI, comparado con los convenios de integración, específicamente para el 2016, muestra valores por debajo del promedio en todos ellos (Gráfico No. 5). Específicamente, una comparación con los países del MERCOSUR11 coloca a Venezuela por debajo en el IPRI y todos sus componentes (Gráfico No. 6 y Gráfico No. 7).
Se observa entonces que la medición institucionalidad asociada a propiedad privada para Venezuela le otorga resultados débiles, indicando un amplio espacio para su fortalecimiento.
La propiedad intelectual es definida por la Organización Mundial para la Propiedad Intelectual, como toda creación de la mente humana, sean invenciones, obras literarias, obras artísticas, símbolos, nombres, imágenes o diseños utilizados en el comercio (OMPI, 2010). Ella es clasificada en dos categorías: propiedad industrial y derecho de autor. La primera incluye patentes, modelos de utilidad, marcas, diseños industriales e indicaciones geográficas de origen; la segunda incluye obras literarias (novelas, poemas y obras de teatro), películas, obras musicales, obras artísticas (dibujos, pinturas, fotografías y esculturas), y diseños arquitectónicos. Los derechos conexos al derecho de autor incluyen los derechos de los artistas intérpretes o ejecutantes sobre sus interpretaciones o ejecuciones, los de los productores de fonogramas sobre sus grabaciones y los de los organismos de radiodifusión sobre sus programas de radio y televisión.
Para abordar la propiedad intelectual en este capítulo se concebirá de dos enfoques, desde el derecho y desde la producción de la propiedad intelectual.
Tal y como se señaló supra (sección 2.2), los resultados para Venezuela en el componente IPR del IPRI son en general débiles. A continuación, una exposición detallada del comportamiento de ese componente, un análisis de los tres indicadores que lo conforman (por medio de los indicadores: Intellectual Property Protection, Patent Protection y Copyright Piracy Level) y su relación con variables asociadas a dimensiones de desarrollo. Adicionalmente se incluirán en esta sección aspectos relacionados a los derechos de propiedad intelectual de derechos de autor (por medio del Copyrights Index12).
Los resultados del IPR para un grupo de países de la región sudamericana muestran que en el lapso 2007-2016, Venezuela ha mantenido posiciones poco aventajadas, con un importante deterioro desde 2011, que contrasta con avances importantes de países que antes superaba y amplía la brecha con aquellos en puestos superiores (Gráfico No. 8).
Más aún, la incorporación de Venezuela al MERCOSUR reduce de forma sustantiva el resultado promedio de este acuerdo de integración en el tema de derechos de propiedad intelectual. Si bien se presenta un debilitamiento de los derechos de propiedad intelectual, en promedio en MERCOSUR, luego del 2013, la incorporación de Venezuela profundizó y aceleró dicho comportamiento negativo (Gráfico No. 9).
Vale ahora revisar los elementos constitutivos del IPR, el desempeño de cada uno de ellos y su aporte al comportamiento agregado, tanto en Venezuela como de asociaciones de integración o regiones geográficas:
Al revisar un indicador que no es utilizado en el IPR y que aprehende desde otra perspectiva el respeto a los derechos de autor, el Copyrights Index (en su última medición de 2013), nuevamente se observa a Venezuela ubicado por debajo del promedio, tanto de Sudamérica, como de MERCOSUR (Gráfico No. 13).
La propiedad intelectual presenta múltiples relaciones e interacciones, directas e indirectas, con otras dimensiones asociadas al desarrollo, en el entendido que el desarrollo es un concepto de carácter multidimensional. Es así que la propiedad intelectual se asocia bidireccionalmente a las condiciones económicas, políticas, culturales y sociales. Resulta de vital importancia insistir que el individuo es quien desarrolla la creación objeto de propiedad intelectual, y por ende, en la medida que sus experiencias sean más amplias y enriquecedoras, las oportunidades para que su mente se expanda y active, son mayores. Estas experiencias serán posibles si existen condiciones favorables que lo permitan, por tanto, se exige un entorno que permita, favorezca, promueva y respalde las creaciones que serán objeto de propiedad intelectual. De tal manera que por un lado está la capacidad creativa del individuo y por el otro, el ambiente donde ella se potencia, ambas en constante y continua realimentación.
De ahí la importancia de realizar un análisis de la propiedad intelectual asociada a su entorno y no en simple aislamiento. El último reporte del IPRI 2016 muestra algunas relaciones del componente del IPR con respecto a diversas dimensiones de desarrollo. Entre ellas destacan dos con fuertes vínculos14: la dimensión económica y la dimensión de capital social; y dos indicadores altamente correlacionados: el PIB per cápita ajustado por GINI (Coeficiente de Pearson = 0.844) y el Activismo Cívico (Coeficiente de Pearson = 0.813)15, respectivamente; lo cual se traduce en una alta relación entre los derechos de propiedad intelectual con la igualdad económica y las normas sociales donde el individuo tiene la capacidad de interactuar. En ambos casos, Venezuela muestra bajos niveles en los indicadores y adicionalmente se ubica distante de la curva de ajuste, ofreciendo un bajo aporte a la explicación de las relaciones estadísticas mencionadas (Gráfico No. 14 y Gráfico No. 15).
La producción de propiedad intelectual incluye la relacionada con la propiedad industrial y los derechos de autor.
Para evaluar la producción de propiedad industrial en Venezuela se considerarán dos tipos de propiedad intelectual: patentes y marcas, y específicamente las solicitudes de las mismas16. Adicionalmente, el comportamiento de las solicitudes de patentes se analizará considerando tres indicadores: tasa de dependencia, tasa de autosuficiencia y coeficiente de invención17. La fuente de la información utilizada es la base de datos estadísticos de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI)18.
Los derechos de autor serán abordados a partir de la Producción Nacional de Películas y Producción Editorial19, cuyas fuentes de información son el Instituto de Estadística de la UNESCO y el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), respectivamente.
Las solicitudes de patentes en la región con relación al tamaño poblacional (Gráfico No.16) muestran que Uruguay se ubica de primero entre sus pares del MERCOSUR, inclusive es la segunda relación más alta de toda la región de Latinoamérica y del Caribe, por detrás de las Bahamas. En términos poblacionales es interesante resaltar a Brasil, que entre sus pares del MERCOSUR se ubica de segundo, lo cual indica que su tamaño poblacional influye en la misma proporción a las solicitudes de patentes, ya que en términos absolutos Brasil es un país que representa 80% del total de solicitudes del MERCOSUR, 67% de la UNASUR y el 47% de toda la región de Latinoamérica y del Caribe. Venezuela, se sitúa en la posición más baja en el MERCOSUR con una relación de 5 solicitudes de patentes por cada 100 mil habitantes; esta relación también está por debajo del promedio de la región de Latinoamérica y del Caribe, sin embargo, existen países en condiciones más precarias que Venezuela en la relación de solicitudes de patentes (la más baja es para Haití, 0.19).
Observando las variaciones en las solicitudes de patentes de los países de Latinoamérica y el Caribe, entre el año 2000 y el dato más actualizado al 201420, se encuentra que Costa Rica tiene la mayor variación positiva incrementándose en 2.9 solicitudes de patentes por cada 100mil habitantes y Venezuela la mayor variación negativa de la región en términos per cápita (-0.5) (Figura No. 1).
Un análisis adicional sobre el estado de la propiedad industrial en Venezuela, resulta al considerar la tasa de dependencia, el coeficiente de invención y la tasa de autosuficiencia. La tasa de dependencia de Venezuela es elevada comparada a la de MERCOSUR y cualquiera sus países miembros, inclusive muy por encima del promedio para la región Sudamericana. Frente al resto de los países de la región latinoamericana, Venezuela se ubica entre los últimos cuatro países, por encima de Bahamas, Trinidad y Tobago y Nicaragua. El Coeficiente de Invención21 y la Tasa de Autosuficiencia de Venezuela, también presentan valores bajos comparados a los resultados regionales (Gráfico No. 17 y Gráfico No. 18).
En cuanto a solicitudes de marcas, en términos per cápita para el año 2014, Venezuela se ubica por debajo de los países del MERCOSUR e igualmente por debajo del promedio de los países del Sur de América. Cabe destacar la muy buena ubicación de Paraguay entre los países que conforman el MERCOSUR. (Gráfico No. 19).
Por su parte, los derechos de autor, en los dos indicadores utilizados: Producción Nacional de Películas y Producción Editorial (relacionados al tamaño poblacional), con información más reciente del 2013 y 2015 respectivamente, se observa que Venezuela, comparada con los países del MERCOSUR, se ubica en mejores posición que Paraguay y Brasil para la producción cinematografía, pero con la más baja calificación en producción editorial (Gráfico No. 20).
El desempeño de Venezuela, en términos de calidad institucional asociada a los derechos de propiedad, en lo que va de siglo, muestra una tendencia negativa, cosa que se evidencia en el resultado más bajo mundial del subíndice Legal and Political Environment del International Property Rights Index 2016, así como en el resto de los subíndices del indicador. De allí, efectos directos e indirectos negativos hacia aspectos culturales, sociales y económicos, mermando la producción asociada a derechos de propiedad intelectual. Es así que se observa un incremento de la tasa de dependencia, mostrando la disminución de producción de patentes de residentes e inclusive el mayor retroceso evidenciado en la región de América Latina y el Caribe en solicitudes de patentes en términos per cápita. De igual manera Venezuela manifiesta pobres resultados en el coeficiente de invención y la tasa de autosuficiencia, muy por debajo de sus pares regionales.
Considerando que es el individuo quien desarrolla la creación objeto de propiedad intelectual, frente a la insistencia del régimen en desconocer o reducir al mínimo la propiedad privada e individual, e imponer un modelo comunal con primacía de la propiedad colectiva o Estatal, los indicadores más específicos en temas de derechos de propiedad intelectual, como el Intellectual Property Protection, Patent Protection, Copyright Piracy Level y el Copyrights Index, muestran abiertamente los retrocesos y la precariedad existente en esta materia en Venezuela.
El International Property Rights Index 2016 expone diversas relaciones virtuosas que se generan con el respeto a los derechos de propiedad y específicamente, los derechos de propiedad intelectual, variable clave que valora el conocimiento y la creación innovadora y que deviene en eje alrededor del cual se teje la sociedad del conocimiento.
Así, si bien un análisis de la propiedad intelectual es en sí relevante, es por esas implicaciones sinérgicas positivas que su respeto ha de estimular políticas públicas, para que en diálogo con el sector privado y la sociedad civil, favorezcan dinámicas que promuevan el desarrollo, en su definición más amplia e integral. Lo anterior obliga a un especial mensaje de atención para Venezuela, sugiriendo considerar lecciones aprendidas en otras latitudes, inclusive las más cercanas, de la región latinoamericana y caribeña, y así a partir de una reconducción del país, logre explotar sus fortalezas para su posicionamiento exitoso en lo que queda del siglo.